Con la llegada de abril, el clima se vuelve impredecible: lluvias frecuentes, ráfagas de viento, días cálidos y noches frías. Este fenómeno, tan típico de la primavera, está perfectamente resumido en el refrán “abril, aguas mil”. Pero ¿cómo impactan estos cambios en nuestros bonsáis?
¿Cómo le sienta abril a los bonsáis?
Abril marca el despertar definitivo de la naturaleza tras el invierno. Los bonsáis, como todos los árboles, entran en fase de crecimiento activo: brotan nuevas hojas, se alargan los tallos, las raíces se activan. Pero este proceso se ve constantemente desafiado por los cambios climáticos de la primavera.
Las lluvias abundantes pueden provocar exceso de humedad en el sustrato, lo que conlleva riesgo de podredumbre. Además, las variaciones bruscas de temperatura pueden generar estrés, debilitando la planta y haciéndola más vulnerable a la aparición de plagas u hongos.
¿Qué señales debemos observar en los bonsáis?
- Hojas amarillas o caídas sin motivo aparente.
- Brotes que se detienen en su desarrollo.
- Hongos o manchas en el tronco o las hojas.
- Olor desagradable en el sustrato, señal de raíces dañadas.
Estos síntomas indican que tu bonsái podría estar sufriendo los efectos de un abril demasiado húmedo o cambiante.
¿Cómo proteger tu bonsái durante abril?
- Controla el riego: no riegues si el sustrato aún está húmedo.
- Mejora el drenaje: asegúrate de que la maceta tiene buena salida de agua.
- Evita corrientes de aire y heladas tardías: coloca tu bonsái en un lugar resguardado.
- Vigila la aparición de hongos: actúa rápido con productos antifúngicos si es necesario.
Pese a los cambios climáticos de este mes, abril también es un excelente momento para trasplantar, abonar y dar forma al bonsái. Si se toman las precauciones adecuadas, esta época puede convertirse en una aliada del crecimiento y la salud de tu árbol.
Ahora bien, estos son tan solo algunos de los puntos que debes tener en cuenta para el perfecto desarrollo de tu planta, pero no son los únicos. No debes perder de vista que debes utilizar el abono necesario para que el bonsái reciba todos los nutrientes que necesita, ahora que se encuentra en la primera fase de brotación y de cara a prepararlo para el verano.
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